“Puedes encarcelar a un revolucionario, pero no puedes encarcelar a la revolución”: La Lucha Para Liberar A Todas las Presas y los Presos Políticos de los Estados Unidos Continua
Bruce Norris murió de COVID-19 esperando que el gobernador Tom Wolf aprobara su liberación. Norris pasó 45 largos años encarcelado, con una familia esperando con ansias su salida para compartir una vida con él cuando llegara a casa. La negligencia del gobernador Wolf creó aún más desolación para los seres queridos de Norris al extender innecesariamente su sufrimiento y acortando su vida. El gobernador estaba a cargo de aprobar las conmutaciones de pena del Pennsylvania Parole Board (Junta de Libertad Condicional) para las y los presos cumpliendo cadena perpetua. Las y los presos esperando indultos deberían tener la opción de recibir un proceso expedito, ya que la tasa de infección por COVID-19 es tres veces más en las cárceles de lo que es en la población general — Sin embargo, el gobernador se tardó el tiempo que quiso. Las personas que están presas están vulnerables a las enfermedades infecciosas y forzados a esperar largos periodos para acceder a asistencia médica, y la pandemia sólo ha empeorado esta cruel realidad. Tanto dentro como fuera de la cárcel, desde las tasas de infección hasta el acceso a la atención médica, las comunidades oprimidas han sido las más impactadas por COVID-19. Si eres de piel morena o negra, las probabilidades de que tu barrio sea patrullado por la policía, que seas detenido y termines en la cárcel son mucho mayores. Una vez en la cárcel, el respeto por la vida de las y los presos es indigno, y el periodo de espera para acceder a una amnistía y la posibilidad de una liberación anticipada es demasiado largo. Cómo mínimo, debemos demandar un tiempo de espera más corto para la amnistía.
Actualmente, Mumia Abu-Jamal está luchando contra COVID-19 luego de contagiarse en la Prisión Estatal Mahanoy en la ciudad de Frackville, Pensilvania. A raíz de la grave situación del coronavirus y su reciente diagnóstico con insuficiencia cardíaca congestiva, organizaciones están demandando que lo liberen inmediatamente para evitar una ejecución de facto. Mumia ha estado en la cárcel por 39 años, y 30 de esos los pasó en aislamiento esperando la pena de muerte. Mumia es un escritor con prestigio a nivel internacional, periodista, y activista, preso político que fue incriminado por el Departamento de Policía de Philadelphia en un intento por reprimir su lucha revolucionaria. Organizaciones comprometidas con denunciar su injusta condena y encarcelamiento han estado trabajando sin parar para lograr su liberación inmediata. El movimiento para liberar a Mumia es internacional. El movimiento social exige que Mumia y todas y todos los presos adultos mayores sean liberados ahora; no se sabe cuando todos las y los presos van a ser inoculados contra el coronavirus, y los que son más vulnerables están en constante alto riesgo. Las condiciones inhumanas son grotescas y parte de la normalidad del complejo carcelario estadounidense, que encarcela principalmente a personas negras, morenas, pobres y de clase trabajadora.
Estados Unidos tiene una larga historia de persecución a revolucionarios, llevando a cabo arrestos con pruebas falsas, que terminan en sentencias excesivas y crueles. Las y los presos políticos de clase trabajadora reciben muy poco o nulo apoyo, son discriminados y reciben un trato sin piedad. El sistema carcelario, actuando en nombre del estado capitalista, intimida y penaliza a revolucionarios con tácticas de tortura y abuso, agudizando las contradicciones entre la clase obrera y la policía armada. La historia está llena de ejemplos: Mutul Shaku, Leonard Peltier, Fred Hampton, Veronza Bowers, y Russell Maroon Shoatz son algunos, que han sido o continúan siendo presas y presos políticos. La decisión de mantener a Mumia encarcelado fue tomada sin tomar en consideración y respeto por su vida. Es absurdo que las y los presos políticos adultos mayores—y todas y todos los presos políticos—continúen en la cárcel durante la pandemia, en el país supuestamente más libre del mundo. En un discurso antes de su asesinato a manos de la policia de Chicago y el FBI, el militante del Partido de las Panteras Negras, Fred Hampton, dijo, “Puedes meter preso a un revolucionario, pero no puedes encarcelar a la revolución” — vamos a seguir luchando en contra de estel estado capitalista sanguinario.