Lo que tienes que saber sobre el enfrenamiento entre la Federación de Maestros de Filadelfia y el Distrito Escolar
Miembros de la Federación de Maestros de Filadelfia (PFT) enfrentaron al Distrito Escolar de Filadelfia (SDP por sus siglas en inglés) la semana pasada en protesta contra los intentos del distrito de reabrir los establecimientos escolares para clases presenciales antes de fin de mes.
El 26 de enero el superintendente del SDP William Hite Jr. renegó del acuerdo previo realizado con líderes del PFT y anunció el plan del distrito para comenzar a incorporar gradualmente a los estudiantes a clases híbridas el 22 de febrero, asimismo anunció que los educadores debían regresar el 8 de febrero “y prepararse para recibir a las y los estudiantes”. Como resultado de la lucha entre el PFT y el SDP, ese plan de regreso a las clases en persona se ha extendido. Ahora, las y los estudiantes inscritos en clases semipresenciales deberán regresar el 1 de marzo.
Sin embargo, el problema radica en que las escuelas de Filadelfia, que no han sido ocupadas por estudiantes o trabajadores desde el 16 de marzo del año pasado, continúan siendo inseguras para que los niños, niñas, y trabajadores de la escuela regresen, según un comunicado publicado el 5 de febrero por Jerry T. Jordan, presidente de PFT.
“Además de pura crueldad e indiferencia por la vida de los educadores y trabajadores”, escribió Jordan, “No puedo pensar en otra razón por la que debemos seguir con este plan tan irresponsable y volver abrir las escuelas este lunes [8 Feb.] que siguen siendo inseguras para todo el personal escolar ”
La declaración también hizo un llamado a miembros del sindicato a negarse a regresar a los establecimientos escolares el 8 de febrero y a continuar enseñando a sus estudiantes de forma remota hasta que las condiciones laborales sean seguras, ya que es su derecho como trabajadores, según la Junta Nacional de Relaciones Laborales.
La mañana del 8 de febrero los educadores resistieron a las bajas temperaturas, y realizaron sus clases desde los estacionamientos de los edificios o sus autos, en vez de entrar a las escuelas.
Miembros del Partido por el Socialismo y la Liberación (PSL) salieron esa mañana para apoyar a los educadores y expresar su solidaridad, trayendo calentadores de manos, café caliente, comida y otras provisiones para sobrellevar el clima frío, y conversaron con educadores sobre su continua lucha por mejores condiciones laborales.
“Estamos aquí afuera, no porque no tenemos ganas de regresar a nuestras escuelas y enseñar a nuestros niños y niñas,” dijo Donna, miembra de PFT en la Escuela Primaria Henry C. Lea. “Si queremos hacer eso, pero los edificios no son seguros.”
Este impactante desarrollo en torno a reabrir las escuelas va en contra de un memorando de acuerdo firmado por los funcionarios ejecutivos de la PFT y el SDP en noviembre de 2020 que estipuló las condiciones para un regreso seguro a clases presenciales.
Este acuerdo establece que las clases deben permanecer en línea y remotas hasta que la tasa de transmisión de COVID-19 sea inferior a 100 casos por cada 100.000 habitantes. Durante el enfrentamiento de la semana pasada entre la PFT y el SDP, la tasa de transmisión seguía alta, 6.763 casos por 100.000 (datos disponibles aquí).
El acuerdo también buscaba resolver algunos de los problemas preexistentes de infraestructura en los establecimientos escolares de Filadelfia. Las escuelas públicas de Filadelfia han tenido innumerables casos reportados de plomo, asbestos y plagas. Estos problemas de infraestructura han estado presente mucho antes de la pandemia, poniendo en riesgo la salud de niños, niñas, maestros, y otras personas diariamente.
En medio de la pandemia de COVID-19, una ventilación adecuada en las escuelas es otro problema crítico de seguridad, ya que la ventilación reduce la concentración de partículas virales en el aire de espacios interiores, según el Centro para el Control de Enfermedades (CDC).
La realidad es que el SDP ha tenido diez meses y millones de dólares a su disposición para arreglar los problemas existentes con las escuelas y lograr que los edificios sean seguros para el regreso de los estudiantes a medida que la tasa de contagio aumenta en la ciudad. Sin embargo, su respuesta ha sido ignorar la salud y bienestar de nuestros niños, niñas, las familias, los educadores y todo el personal escolar.
“Una vez más, déjenme ser claro: nuestros miembros quieren regresar a las escuelas, cuando sea seguro hacerlo”, dijo Jordan en la declaración de PFT. “El Sindicato ha estado trabajando por meses en los esfuerzos para desarrollar un plan de reapertura que sea seguro, y seguimos comprometidos a continuar haciendo justamente eso”.
En un esfuerzo totalmente inadecuado para mejorar la ventilación, SDP instaló ventiladores pequeños diseñados para uso doméstico.
“Estás [el SDP] poniendo ventiladores en las ventanas. ¿Qué se supone que deben hacer [los niños y niñas]? ” dijo Donna frustrada. “¿Estar en el frío? Qué pasa cuando llueve? ¿Cuando nieva?”
El 8 de febrero a las 4 p.m., maestros, consejeros, enfermeras, profesores y miembros de la comunidad se reunieron en 440 N Broad St. para presentar sus demandas de escuelas seguras, con consignas, “¡Ventilación! ¡Vacunación! ¡Educación saludable y segura! ” y “¿Las escuelas de quién? ¡Nuestras escuelas! ¡No hasta que sea seguro!”
“La mayoría de los maestros están totalmente en contra de regresar”, dijo Kate, miembra del Sindicato presente el lunes por la tarde. “Algunas personas dicen, ‘Oh, los maestros son flojos’. ¡No! Solo sabemos cómo son los interiores de esos edificios. También sabemos que necesitan limpiar los edificios, necesitan mejorar los edificios, necesitan entregarnos los edificios en las condiciones dignas que nuestros estudiantes merecen”.
“El distrito escolar está gastando demasiado dinero en cosas que no necesitamos, en vez de invertir dinero en lo que de verdad necesitamos!”, dijo un miembro de la Federación de Estudiantes de Filadelfia, que habló frente a los manifestantes el lunes por la tarde. “Así que siento que es hora de hacer un cambio”.
Cuando le preguntaron hacia dónde debe ir el financiamiento, la estudiante respondió “Sistemas de ventilación, arreglando nuestras escuelas, y asegurándose que tengamos los equipos necesarios para regresar a la escuela” .
En lugar de priorizar y proteger las vidas y el bienestar de los residentes de Filadelfia, el SDP (al igual que la ciudad y los gobiernos federales) ha hecho lo mínimo para enfrentar la pandemia de COVID-19. Para los ricos, el sistema está funcionando bien. Y son los ricos los que controlan la maquinaria política del Partido Demócrata de Filadelfia, una máquina que busca acumular ganancias para intereses privados y proteger el status quo.
Este intento por llenar las escuelas de estudiantes y educadores se hizo solo unas semanas después de que el área de Filadelfia sufrió el mayor aumento en casos positivos de COVID-19 desde la primavera de 2020 (enlace a los datos aquí), y al mismo tiempo que se detectaron nuevas variantes del virus en Pennsylvania, según datos de la CDC.
El domingo 7 de febrero, PFT dijo por Twitter que la oficina del alcalde Kenney intervino en el conflicto luego de que los ejecutivos del Sindicato solicitaron que un mediador externo determinará si las escuelas son seguras para regresar o no.
La solicitud del mediador externo ha sido aprobada y los educadores que no deseen regresar a los edificios son libres de continuar enseñando de forma remota.
El SDP anunció el 17 de febrero que, debido a la solicitud de mediación por un tercer partido, por parte del PFT, los planes de regresar a clases presenciales para con un programa híbrido se retrasaron hasta el 1ro de marzo.
En declaraciones, el Superintendente Hite criticó el plan del distrito de retrasar las clases y lo caracterizó como “malas noticias.”
Después de la noticia, líderes de PFT declararon que el distrito hizo lo correcto al retrasar la apertura de las escuelas y que la posición del PFT con respecto a las condiciones de seguridad de los edificios continúa en pie.
“Es desafortunado y decepcionante que el Dr. Hite culpe directamente al Sindicato por utilizar un proceso en el que estuvo de acuerdo, y un proceso diseñado para mantener seguros a los estudiantes y al personal”, escribió Jordan. “Los estudiantes y el personal no pueden aprender y enseñar si están enfermos o peor que eso”.
La lucha continúa. No cabe duda que esta es una victoria para el PFT en su lucha inmediata, pero nosotros, como socialistas, reconocemos que esta rápida intervención de la ciudad es un intento por dar concesiones de corto plazo para apaciguar la rabia e indignación pública, en vez de arreglar los problemas de fondo con las escuelas de Filadelfia o aceptar que sus intentos por hacerlas seguras ha sido insignificante.
El Sindicato lo ha dejado claro: el COVID-19, a pesar de ser un gran problema en sí mismo, no causó todos los problemas de seguridad y salud dentro de las escuelas, simplemente los exacerbó. La lucha por escuelas seguras en Filadelfia tiene una larga historia y continúa vigente.
El Centro de Liberación de Filadelfia apoya y solidariza con los miembros del Sindicato y continuará luchando junto con los educadores y el pueblo de Filadelfia. ¡Seguimos en la lucha hasta que todas las escuelas sean seguras para los niños y niñas de esta ciudad!